miércoles, 21 de abril de 2010

LA MUJER EN EL TEATRO

Abrimos nuestro blog para hablar de la importancia de la mujer en el teatro y hoy quiero dedicar nuestro recuerdo a la primera mujer dramaturga: Sor Juana Inés de la Cruz.

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, (San Miguel Nepantla (México), 12 de noviembre de 1651 (o 1648, de acuerdo con algunas fuentes), México 17 de Abril de 1695. Fue una religiosa católica, poetisa y dramaturga novohispana. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de El Fénix de América y La décima musa.

Hija ilegitima, su madre fue la criolla Isabel Ramírez y su padre Pedro Manuel de Asbaje y Vargas, militar español de Vergara (Guipúzcoa)

Fue la figura mas importante de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del Virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brillo en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.

Ingresa primero en el convento de las carmelitas descalzas de México y mas tarde en la orden de San Jerónimo.

En la poesía de sor Juana hay numerosas y elocuentes composiciones profanas (redondillas, endechas, liras y sonetos), entre las que destacan las de tema amoroso. Escribió por encargo de la corte de Madrid, Tres Autos Sacramentales que hablan sobre el descubrimiento, la conquista y la evangelización de América; entre ellos destaca el Divino Narciso, nombrado así en alusión a los autos de Pedro Calderón de la Barca, dos comedias, “Los empeños de una casa” para una fiesta palaciega y “Amor es mas laberinto”, escrita junto a Juan de Guevara. Asimismo se le ha atribuido la autoría de un posible fina de la comedia de Salazar y Torres “La segunda Celestina”.

Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asolo México en el año 1695. La poesía del barroco alcanzo con ella su momento culminante y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.

Es muy conocida por su poema:

“Hombres necios que acusáis

A la mujer sin razón,

Sin ver que soy la ocasión

De lo mismo que culpáis,

Si con ansias sin igual

Solicitáis su desdén

¿Por qué queréis que obren bien

Si las incitáis al mal…?