HUBO MAGIA...

El 14 de Mayo, La Brisera de Ferilá tuvo una representación en el C.C. Lucero, la experiencia de esta función fue increíble.

Primero, cuando fuimos a por las cosas con la furgoneta, a mí se me olvidaron dos sillas, cuando llegó José Antonio tuvo que ir con el coche a por las sillas, pero es que, después, me di cuenta que también se me había olvidado la máquina de humo para la escena del fuego. Por mi parte, fatal, y para rizar más el rizo, el técnico no era el técnico y no sabía manejar la mesa de luces.

Digo esto, porque con todos estos inconvenientes, con un escenario donde casi no cabían los actores de lo pequeño que era, donde nos quedamos sin luz a mitad de función, donde el CD del fuego que era lo único que estaba grabado sonó antes de tiempo, la representación fue para quitarse el sombrero.

Todos estaban en su papel y había tal magia dentro del escenario, que se produjo el milagro y el público voló a ese año de 1890, a ese pequeño Madrid, a ese barrio de las cigarreras y los actores tenían tanta fuerza, tanta verdad, que yo como Directora, me sentí feliz al comprobar que tanto trabajo y sacrificio no había sido en vano, que había que seguir luchando porque ellos son mi mejor tesoro.

No podemos olvidarnos del pianista y director musical Sergio, que tocó la música de Mariné con una sensibilidad que puso el toqué maestro a nuestra obra.

Termino este comentario diciendo que la parte técnica hay que mejorarla y esto no puede volver a pasar.

“Actuar es un misterio, como también lo es el teatro” Declan Donnellan